Tengo siete pelotas... tantas
como campeonatos... y tenía temor de escribir esto luego de nuestra séptima
victoria al hilo en esta temporada (ustedes saben lo cabalísticos que somos)...
pero ya llevamos 8!! entonces necesito la octava pelota...! tanto como el
octavo campeonato...!
Igual debo esperar un día para
publicar esto pues no es mi intención hablar de este juego loco en el que
literalmente se nos acabaron los pitchers y se levantó Guillermo Rodríguez a
calentar en el inning 14... no sé si pueda superar esto. Lo del empate a 10
después de ir 10 a 1 no es nuevo, he perdido juegos 10 a 11 o 22 a 20... pero
esta era nueva para mí. Lo bueno es que, según Tortuga, su mánager confirmó que
mientras calentaba estuvo lanzando strikes!
Definitivamente el beisbol da para todo.
Necesito otra pelota!!
8 en fila... es una señal...
oooh! ahora tenemos esperanzas de
nuevo. Hace poco me preguntaban
cómo sobrevivimos a la época de salserín, justamente a propósito de aquella
larga cadena de derrotas que ya se nos está olvidando. En aquel momento hubo mucho de resignación, casi casi
como ahora. Pero ya tenemos esperanzas de nuevo y parece tangible el milagro de
la navidad. Lo peor es que podría ser tan cruel como que el niño Jesús no le
traiga al chamo el juguete que pidió... pero somos grandes! lo podremos
soportar... Mentira! Lloraremos igualito!! como todas las otras veces. Aunque
tal vez no.
Otra vez tenemos esperanza.
Y así... entre la esperanza y la
locura transcurren nuestras temporadas de beisbol.
Pero con tanto sufrimiento ¿por qué continuamos siendo
fanáticos de Tiburones de la Guaira?
Yo creo que es por la gente! Al principio te enamoras del equipo, un ídolo, unos campeonatos, una buena
racha, pero después, me atrevo a pensar que lo que te deja enganchado en el
fanatismo profundo es la gente. Al menos eso ha pesado bastante para mí.
Debe haber un gen en común o algo
así, que hace que cuando te encuentras con un guarista en cualquier parte de tu
entorno cercano o del mundo, de una vez lo asumes como familia. El sentido de
solidaridad no es normal... Eso sin duda hace que tengas fuerzas para soportar
cualquier desastre y entre muchas otras sensaciones, disfrutar el beisbol
bonito, calarte el chalequeo profundo, discutir las malas decisiones de la
gerencia, apreciar las bondades del nuevo mánager a pesar de los recuerdos toquísticos
del nefasto anterior, discutir las malas decisiones de la gerencia, sentirte
orgulloso de tus criollos, aprender de numeritos y reglas de anotación, y... discutir
las malas decisiones de la gerencia!
Pero ¿qué tiene que ver esto con
mis siete pelotas? Pues que este es quizás el souvenir más preciado en el beisbol por ser bastante difícil de
obtener (o tienes que ‘jalarle’ a algún pelotero o miembro del equipo, o recibir
un trancazo que, como a mi hijo, le termine de quitar las ganas de ir al
estadio, o casi peor!! que se te caiga la cerveza en el intento de
atraparla!!) y entonces es rico que tengas a tu alrededor gente bella que te
la regale y pa’remate, autografiada... mejor aún si las firmas son de ellos
mismos (Luis Guerra, Tortabú, y los demás que no se ven, no son peloteros, así
que no se pongan a averiguarles la vida por mlb.com).
![]() |
Las de los amigos |
La pelota firmada por Odubel Herrera me
la regaló un caraquista!!! Válgame Dios!!! que con su talento (hace teatro)
hizo el papel de guairista en mi importante gira para Valencia (luego de la
cual comenzó nuestra seguidilla de victorias). Me quiso mucho, hasta
ayer!
Y la firma de Alex Cabrera... esa vale
plata, a pesar de todo. Pero como lo dije en su momento, a veces vale más el
gesto:
Ocurrió con una de esas personas
bonitas que tengo lejos, pero cerquita... con quien tal vez he compartido poco,
pero que me conoce mejor que aquellos que me ven todos los días. Imaginen
alguien con el poder de transformar un feo accidente en un recuerdo bonito...
que hasta me cuesta poner la palabra “feo”; alguien que en ese importante
momento tuvo que haber pensado en qué cosa podría alegrarme... y lo logró sin
duda, y de qué manera! pues ha provocado una sonrisa de ya 6 años de duración, cada vez que paso
por ahí..., cada vez que sale el tema..., cada vez.
Y aunque la vida lo ha alejado de
nuestro templo, está muy cerca, muy presente...! y se aparece un día
cualquiera, a mitad de temporada y debuta recibiendo una pelota ¡¡siempre es un
éxito llevarse una pelota!! ...Cuando va de salida creo que me está
mostrando las firmas que logró y me dice:
“− Es para ti.”
Guao.
Y para ese día ni siquiera tenía entrada, así que, gracias Alfonso Ugarte!!!
![]() |
Las de la farandulería |
Otro aspecto fundamental que me tiene
"cosida" a este equipo, es la farandulería... ya he perdido toda
verguenza! No, no tanto... aún quedan algunos pequeños vestigios de timidez en
mí (si, difícil de creer). Entonces, en mis “pasantías” por las altas esferas me
encuentro frente a frente con Angel Bravo y me dice: ¿quieres que te firme una
teta?, luego de morirnos de risa me dice: vente que creo que en el carro tengo
una pelota. Uff!!
La pelota del medio fue firmada por muchos
peloteros en la 2004-2005 (obvio que enfoqué a Jackson Melián, a quien siempre le voy a
desear buena suerte aunque me regañe Luis Guerra!!)... y me la regaló el
mismísimo Arocha en el cierre de su primera temporada –sin comentarios.
Finalmente, en un intento desesperado
porque mi hijo no odie al beisbol, le pido a mi primo de rumbas, Juan Carlos
Dávila, que le regale una pelota y así darle un poco de mi medicina
farandulerística... pero que va... esta última foto muestra el último día que
mi hijo fue al Universitario... Imagínense! se atreve a confesarme que no le
gusta el beisbol, yo insisto en llevarlo a que por lo menos disfrute de los
colchones inflables y tal... y ¡los tigres! le han pegado una pelota de foul...
tenía 6 años! Ya tiene 15 y no he logrado que me acompañe de nuevo...
Necesito la octava pelota!!
Y hoy es 8!! así que publicaré esto de una vez!!