lunes, 8 de diciembre de 2014

¡Necesito otra pelota!

Tengo siete pelotas... tantas como campeonatos... y tenía temor de escribir esto luego de nuestra séptima victoria al hilo en esta temporada (ustedes saben lo cabalísticos que somos)... pero ya llevamos 8!! entonces necesito la octava pelota...! tanto como el octavo campeonato...!

Igual debo esperar un día para publicar esto pues no es mi intención hablar de este juego loco en el que literalmente se nos acabaron los pitchers y se levantó Guillermo Rodríguez a calentar en el inning 14... no sé si pueda superar esto. Lo del empate a 10 después de ir 10 a 1 no es nuevo, he perdido juegos 10 a 11 o 22 a 20... pero esta era nueva para mí. Lo bueno es que, según Tortuga, su mánager confirmó que mientras calentaba estuvo lanzando strikes! 
Definitivamente el beisbol da para todo.
Necesito otra pelota!!

8 en fila... es una señal... oooh! ahora tenemos esperanzas de  nuevo.  Hace poco me preguntaban cómo sobrevivimos a la época de salserín, justamente a propósito de aquella larga cadena de derrotas que ya se nos está olvidando. En aquel momento hubo mucho de resignación, casi casi como ahora. Pero ya tenemos esperanzas de nuevo y parece tangible el milagro de la navidad. Lo peor es que podría ser tan cruel como que el niño Jesús no le traiga al chamo el juguete que pidió... pero somos grandes! lo podremos soportar... Mentira! Lloraremos igualito!! como todas las otras veces. Aunque tal vez no. 
Otra vez tenemos esperanza.

Y así... entre la esperanza y la locura transcurren nuestras temporadas de beisbol.

Pero con tanto sufrimiento ¿por qué continuamos siendo fanáticos de Tiburones de la Guaira?

Yo creo que es por la gente! Al principio te enamoras del equipo, un ídolo, unos campeonatos, una buena racha, pero después, me atrevo a pensar que lo que te deja enganchado en el fanatismo profundo es la gente. Al menos eso ha pesado bastante para mí. 

Debe haber un gen en común o algo así, que hace que cuando te encuentras con un guarista en cualquier parte de tu entorno cercano o del mundo, de una vez lo asumes como familia. El sentido de solidaridad no es normal... Eso sin duda hace que tengas fuerzas para soportar cualquier desastre y entre muchas otras sensaciones, disfrutar el beisbol bonito, calarte el chalequeo profundo, discutir las malas decisiones de la gerencia, apreciar las bondades del nuevo mánager a pesar de los recuerdos toquísticos del nefasto anterior, discutir las malas decisiones de la gerencia, sentirte orgulloso de tus criollos, aprender de numeritos y reglas de anotación, y... discutir las malas decisiones de la gerencia!

Pero ¿qué tiene que ver esto con mis siete pelotas? Pues que este es quizás el souvenir más preciado en el beisbol por ser bastante difícil de obtener (o tienes que ‘jalarle’ a algún pelotero o miembro del equipo, o recibir un trancazo que, como a mi hijo, le termine de quitar las ganas de ir al estadio, o casi peor!! que se te caiga la cerveza en el intento de atraparla!!) y entonces es rico que tengas a tu alrededor gente bella que te la regale y pa’remate, autografiada... mejor aún si las firmas son de ellos mismos (Luis Guerra, Tortabú, y los demás que no se ven, no son peloteros, así que no se pongan a averiguarles la vida por mlb.com).

Las de los amigos
La pelota firmada por Odubel Herrera me la regaló un caraquista!!! Válgame Dios!!! que con su talento (hace teatro) hizo el papel de guairista en mi importante gira para Valencia (luego de la cual comenzó nuestra seguidilla de victorias). Me quiso mucho, hasta ayer! 

Y la firma de Alex Cabrera... esa vale plata, a pesar de todo. Pero como lo dije en su momento, a veces vale más el gesto:

Ocurrió con una de esas personas bonitas que tengo lejos, pero cerquita... con quien tal vez he compartido poco, pero que me conoce mejor que aquellos que me ven todos los días.  Imaginen alguien con el poder de transformar un feo accidente en un recuerdo bonito... que hasta me cuesta poner la palabra “feo”;  alguien que en ese importante momento tuvo que haber pensado en qué cosa podría alegrarme... y lo logró sin duda, y de qué manera! pues ha provocado una sonrisa de ya 6 años de duración, cada vez que paso por ahí..., cada vez que sale el tema..., cada vez. 

Y aunque la vida lo ha alejado de nuestro templo, está muy cerca, muy presente...! y se aparece un día cualquiera, a mitad de temporada y debuta recibiendo una pelota ¡¡siempre es un éxito llevarse una pelota!! ...Cuando va de salida creo que me está mostrando las firmas que logró y me dice:  
“­­− Es para ti.”
Guao.

Y para ese día ni siquiera tenía entrada, así que, gracias Alfonso Ugarte!!!


Las de la farandulería
Otro aspecto fundamental que me tiene "cosida" a este equipo, es la farandulería... ya he perdido toda verguenza! No, no tanto... aún quedan algunos pequeños vestigios de timidez en mí (si, difícil de creer). Entonces, en mis “pasantías” por las altas esferas me encuentro frente a frente con Angel Bravo y me dice: ¿quieres que te firme una teta?, luego de morirnos de risa me dice: vente que creo que en el carro tengo una pelota. Uff!!

La pelota del medio fue firmada por muchos peloteros en la 2004-2005 (obvio que enfoqué a Jackson Melián, a quien siempre le voy a desear buena suerte aunque me regañe Luis Guerra!!)... y me la regaló el mismísimo Arocha en el cierre de su primera temporada –sin comentarios.  

Finalmente, en un intento desesperado porque mi hijo no odie al beisbol, le pido a mi primo de rumbas, Juan Carlos Dávila, que le regale una pelota y así darle un poco de mi medicina farandulerística... pero que va... esta última foto muestra el último día que mi hijo fue al Universitario... Imagínense! se atreve a confesarme que no le gusta el beisbol, yo insisto en llevarlo a que por lo menos disfrute de los colchones inflables y tal... y ¡los tigres! le han pegado una pelota de foul... tenía 6 años! Ya tiene 15 y no he logrado que me acompañe de nuevo...

Necesito la octava pelota!!

Y hoy es 8!! así que publicaré esto de una vez!!


4 comentarios: